Entrevista de «Abi Gabriela Galindo» primer guía mujer de trekking de Paramo Trek
¨Soy un caminante y un escalador de montañas, dijo a su corazón. No me agradan las llanuras en donde no puedo permanecer tranquilo, Por ello mi destino será siempre un viaje y una ascensión…
Así habló Zaratustra – Friedrich Nietzsche
Abi nació y creció en la ciudad de Ibagué, estudió sociología en la Universidad del Tolima. Debido a su pasión por las montañas estudió guianza turística en el SENA, realizó el WFR (certificado de socorrista en lugares remotos) con el CEMMAA , y técnicas de guianza en Suesca-Cundinamarca con el ACGME .
Abi gusta de escalar, practicar montañismo, trekking y malabares. Así como de conocer las costumbres y culturas de los territorios que explora. Actualmente es guía de Paramo Trek.
Abi; ¿cuáles son las primeras experiencias que tuviste con el deporte?
De pequeña para mi mamá fue importante que aprendiera a nadar muy bien, así que gracias a ella practiqué natación 5 años aproximadamente; entrené también patinaje y atletismo, pero no me fluyó, no fui buena en estas dos últimas; en cambio nadar me gustaba mucho. Todo esto fue antes de los 12 años, al ingresar al bachillerato me inscribí en porrismo, allí fui buena por el tema de la flexibilidad, más tarde a los 14 años aprendí a hacer un tipo de malabar que se llama cintas, a veces usaba fuego, y era un recurso para obtener dinero.
¿Cuándo conociste la Escalada?
Fue en la universidad que conocí la escalada, practicaba escalada indoor disciplinadamente, quería aprender a escalar tradicional y complementaba mi entrenamiento montando bicicleta y nadando. Primero escalaba en muro artificial; luego fui a las rocas de Juntas; cerca de Ibagué probé rutas muy básicas y quedé encantada, conocí otros lugares también para hacer trekking y después Suesca, que es un paraíso para los escaladores, fue increíble.
¿Cuándo descubriste que escalar era importante en tu vida?
Fue la segunda vez que hice trekking hacia el nevado del Tolima, descubrí que me apasionaba y me hacía muy feliz, fui más consciente de mi cuerpo y de la importancia de entrenar y adquirir disciplina. Fue una época de muchos cambios, así que me dediqué a caminar, esto me hacía aclarar mis pensamientos y empecé a soñar también con ascender montañas de las que leía como las del Himalaya.
Cuéntanos más acerca de los primeros ascensos al Nevado Del Tolima
Frente a mi casa había un letrero del nevado del Tolima, siempre pregunté a mi familia donde era, pero nunca fuimos al lugar.
Fue después de cumplir 15 años que fui por primera vez al Cañon del Combeima y a los Termales El Rancho, es un trekking sencillo vi el nevado desde muy cerca y se incrementó el anhelo de llegar a la nieve.
Con un amigo conocí los Termales de Cañon, un trekking mucho más lejos y más fuerte pues están a 4000 m.s.n.m, fuimos al borde del glaciar, estaba muy emocionada de conocer la nieve pues solo había visto la de la nevera de mi casa (risas), aunque fue difícil me di cuenta que las emociones que sentía superaban todo cansancio y que en definitiva quería seguir conociendo esas rocas y esas montañas con nieve, ahí me enamoré.
Entrenaba disciplinadamente mientras estudiaba sociología, hacia trekking de noche en compañía de mi perro. La primera vez que caminé sobre nieve sin conocer y con explicaciones muy rápidas fue en el Nevado del Cocuy por el cerro Pan de Azúcar, después subí a la cima del Nevado del Tolima por la ruta sur al octavo intento, fue emocionante, todos se devolvieron menos un compañero y yo.
Después de recorrer múltiples veces los caminos de Parque Nacional Los Nevados ¿Por qué decidiste ser guía?
Luego de explorar la montaña sola; hicimos trekking varias veces con diferentes amigas; compartir tantos tipos de emociones junto a ellas me hizo caer en cuenta de que me gustaba llevar gente que nunca había ido y que además ejercitaba mi paciencia. En ese tiempo trabajé con Parques Nacionales, aunque fue una experiencia nutritiva no llenó mis expectativas pues yo quería ir a la nieve; es el glaciar lo que me apasiona.
¿Qué otras montañas fuera de Colombia conoces?
El año pasado emprendí viaje hacia Cordillera Blanca en Perú el Huascarán (6.767 m.s.n.m) una montaña alucinante con mucha nieve, granito, es empinada y escarpada. Mi objetivo fue ascender por la cara sur pero no fue posible por el mal tiempo, el equipo y la organización; pero fue un aprendizaje para volver luego.
Hace poco volví del Huascarán y logré llegar a la cima, gracias también a los compañeros de cordada Ricardo y Alex; su compañerismo y exigencia; también tuvimos la suerte de encontrarnos con una cuerda fija que nos otorgada seguridad colocada por unos científicos que abrieron una ruta hacia el Campo 2; sin embargo romper la barrera de los 6000 m.s.n.m fue difícil debido a que me sentía indispuesta, me dolía el pecho, sentía que me ahogaba, el viento soplaba fuerte y esto me genero muchas inseguridades; pero cada vez que me planteaba devolverme pensaba; ¨es solo un poco más¨, y así paso a paso llegamos a la cima.
¿Cuál es tu montaña del sueño a largo plazo?
Suena loco pero pienso que uno nace para hacer algo específico, que a veces de niña te distraes por diferentes razones; pero que uno vuelve a encontrarse y a encaminarse. Recuerdo ver de pequeña una película que se llama North Face esta película nunca se borró de mi memoria y fue un impulso para leer sobre los Alpes, sobre el Everest, pero la montaña que realmente despertó mi interés es la K2 o Chogori, es la que me inspira del Himalaya pakistaní, es un triángulo perfecto que parece que atravesara el cielo, su dificultad es sostenida porque exige una escalada técnica sobre terreno mixto de roca, nieve y hielo, requiere mucha destreza con poco oxígeno por la altitud, quisiera escalarla sin oxígeno de la manera más autónoma posible y ojalá con un grupo de colombianos (risas) o como llegue.
Valoro mucho este tipo de trekking o alpinismo cuyo fin es medirte antes que lograrlo, el que te lleva a explorar por tu cuenta, a navegar y explorar nuevas rutas y nuevas formas, sin oxígeno y sin ayudas demasiado tecnológicas o modernas.
Por último, cuéntanos una enseñanza o un recuerdo de tus andares
Dice un gran amigo Alex Chávez, que la montaña no regala nada y aunque hubo la facilidad de una vía nueva menos riesgosa siempre existen distintas dificultades que hay que enfrentar, el Huascarán me enseño bastante, como lo fuerte o débil que puedes llegar a ser y que depende mucho de tu actitud ante los obstáculos.
El entrenamiento que debes priorizar es el de tu mente para no abandonar y pese a dificultades aprender a seguir disfrutando del paisaje.
En estos momentos quiero seguir guiando y capacitandome para hacerlo profesionalmente. Paramo Trek ha sido una experiencia importante y de gran ayuda ya que me ayudado a desempeñarme en esta hermosa labor y me han apoyado en este proyecto que tengo de vida.
Priorizo la experiencia sobre el decir “yo hice esto o lo otro”, “yo estuve aquí o allá”, pienso que lo esencial es esa experiencia que tienes que te transforma, que te enseña y que te muestra lo esencial de la vida, de que somos parte de la naturaleza. Esta experiencia también nace de lo que aprendes con quienes escalas, de sus formas particulares de ver la montaña y la vida con quienes muchas veces compartes los mejores y más intensos amaneceres.